TestimonioLlegado desde Kenia, el seminarista Joan David Sanchez misionero de Yarumal, nos relata su trabajo con las tribus Samburu y Turkana desde donde se hace palpable toda la ayuda recibida por la comunidad San Antonio de Padua en Bruselas, Bélgica. Joan nos recuerda tambien que la llamada a la misión es para todos y muy especialmente activa en los jóvenes. https://www.gam-asbl.com/
#misionerosdeYarumal #Tuum #mision #evangelio #piedrasvivas #sanantoniodepaduaBruselas #GAMasbl #solidaridad #cenaGAM RETIRO PARA MATRIMONIOS EN LUXEMBURGO, 1-3 DICIEMBRE 2023 Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Communauté hispanophone de Luxembourg os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco). ¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio o aquellos que en el momento de la inscripción no tienen impedimento alguno para contraer el Sacramento del Matrimonio, y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio. FECHAS: Será desde el viernes 1 de diciembre a las 16:30 h hasta el domingo 3 de diciembre a las 17:30 h. LUGAR: Gäste und Tagungshaus Berg Moriah, 56337 Simmern (Alemania) https://www.bergmoriah.de/kontakt/ PRECIO: (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos) Adultos: 470 euros por matrimonio. Suplemento económico para ayuda a otras familias: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro. Subvenciones: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor. Podeis apuntaros en el enlace: https://proyectoamorconyugal.es/es/retiro-matrimonios-luxemburgo-1-3-diciembre-2023/ Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles. Para consultar cualquier duda o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a zonacentro@proyectoamorconyugal.es Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de Está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE. Queridas hermanas, queridos hermanos:
Cuando se acerca la conclusión de los trabajos de la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, queremos, con todos vosotros, dar gracias a Dios por la hermosa y rica experiencia que acabamos de vivir. Este tiempo bendecido lo hemos vivido en profunda comunión con todos vosotros. Hemos sido sostenidos por vuestras oraciones, llevando con nosotros vuestras expectativas, vuestras preguntas y también vuestros miedos. Han pasado ya dos años desde que, a petición del Papa Francisco, se inició un largo proceso de escucha y discernimiento, abierto a todo el pueblo de Dios, sin excluir a nadie para “caminar juntos”, bajo la guía del Espíritu Santo, discípulos misioneros siguiendo a Jesucristo. La sesión que nos ha reunido en Roma desde el 30 de septiembre constituye una etapa importante en este proceso. Por muchos motivos, ha sido una experiencia sin precedentes. Por primera vez, por invitación del Papa Francisco, hombres y mujeres han sido invitados, en virtud de su bautismo, a sentarse en la misma mesa para formar parte no solo de las discusiones, sino también de las votaciones de esta Asamblea del Sínodo de los Obispos. Juntos, en la complementariedad de nuestras vocaciones, de nuestros carismas y de nuestros ministerios, hemos escuchado intensamente la Palabra de Dios y la experiencia de los demás. Utilizando el método de la conversación en el Espíritu, hemos compartido con humildad las riquezas y las pobrezas de nuestras comunidades en todos los continentes, tratando de discernir lo que el Espíritu Santo quiere decir a la Iglesia hoy. Así hemos experimentado también la importancia de favorecer intercambios recíprocos entre la tradición latina y las tradiciones del Oriente cristiano. la participación de delegados fraternos de otras Iglesias y Comunidades eclesiales ha enriquecido profundamente nuestros debates. Nuestra asamblea se ha llevado a cabo en el contexto de un mundo en crisis, cuyas heridas y escandalosas desigualdades han resonado dolorosamente en nuestros corazones y han dado a nuestros trabajos una gravedad peculiar, más aún cuando algunos de nosotros venimos de países en los que la guerra se intensifica. Hemos rezado por las víctimas de la violencia homicida, sin olvidar a todos a los que la miseria y la corrupción les han arrojado a los peligrosos caminos de la emigración. Hemos garantizado nuestra solidaridad y nuestro compromiso al lado de las mujeres y de los hombres que en cualquier lugar del mundo actúan como artesanos de justicia y de paz. Por invitación del Santo Padre, hemos dado un espacio importante al silencio, para favorecer entre nosotros la escucha respetuosa y el deseo de comunión en el Espíritu. Durante la vigilia ecuménica de apertura, experimentamos cómo la sed de unidad crece en la contemplación silenciosa de Cristo crucificado. “La cruz es, de hecho, la única cátedra de Aquel que, dando su vida por la salvación del mundo, encomendó sus discípulos al Padre, para que ‘todos sean uno’ (Jn 17,21). Firmemente unidos en la esperanza que nos da Su Resurrección, Le hemos encomendado nuestra Casa común, donde resuenan, cada vez con mayor urgencia, el clamor de la tierra y el clamor de los pobres: ‘¡Laudate Deum!’”, recordó el Papa Francisco precisamente al inicio de nuestros trabajos. Día tras día, hemos sentido el apremiante llamamiento a la conversión pastoral y misionera. Porque la vocación de la Iglesia es anunciar el Evangelio no concentrándose en sí misma, sino poniéndose al servicio del amor infinito con el que Dios ama el mundo (cf. Jn 3,16). Ante la pregunta de qué esperan de la Iglesia con ocasión de este sínodo, algunas personas sin hogar que viven en los alrededores de la Plaza de San Pedro respondieron: “¡Amor!” Este amor debe seguir siendo siempre el corazón ardiente de la Iglesia, amor trinitario y eucarístico, como recordó el Papa, evocando el 15 de octubre, en la mitad del camino de nuestra asamblea, el mensaje de Santa Teresa del Niño Jesús. “Es la confianza” lo que nos da la audacia y la libertad interior que hemos experimentado, sin dudar en expresar nuestras convergencias y nuestras diferencias, nuestros deseos y nuestras preguntas, libremente y humildemente. ¿Y ahora? Esperamos que los meses que nos separan de la segunda sesión, en octubre de 2024, permitan a cada uno participar concretamente en el dinamismo de la comunión misionera indicada en la palabra “sínodo”. No se trata de una ideología, sino de una experiencia arraigada en la Tradición Apostólica. Como nos recordó el Papa al inicio de este proceso: “Si no se cultiva una praxis eclesial que exprese la sinodalidad […] promoviendo la implicación real de todos y cada uno, la comunión y la misión corren el peligro de quedarse como términos un poco abstractos” (9 de octubre de 2021). Los desafíos son múltiples y las preguntas numerosas: la relación de síntesis de la primera sesión aclarará los puntos de acuerdo alcanzados, evidenciará las cuestiones abiertas e indicará cómo continuar el trabajo”. Para progresar en su discernimiento, la Iglesia necesita absolutamente escuchar a todos, comenzando por los más pobres. Eso requiere, por su parte, un camino de conversión, que es también un camino de alabanza: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños” ( Lc 10,21). Se trata de escuchar a aquellos que no tienen derecho a la palabra en la sociedad o que se sienten excluidos, también de la Iglesia. Escuchar a las personas víctimas del racismo en todas sus formas, en particular en algunas regiones de los pueblos indígenas cuyas culturas han sido humilladas. Sobre todo, la Iglesia de nuestro tiempo tiene el deber de escuchar, con espíritu de conversión, a aquellos que han sido víctimas de abusos cometidos por miembros del cuerpo eclesial, y de comprometerse concretamente y estructuralmente para que eso no vuelva a suceder. La Iglesia necesita también escuchar a los laicos, a las mujeres y a los hombres, todos llamados a la santidad en virtud de su vocación bautismal: el testimonio de los catequistas, que en muchas situaciones son los primeros en anunciar el Evangelio; la sencillez y la vivacidad de los niños, el entusiasmo de los jóvenes, sus preguntas y sus peticiones; los sueños de los ancianos, su sabiduría y su memoria. La Iglesia necesita escuchar a las familias, sus preocupaciones educativas, el testimonio cristiano que ofrecen en el mundo de hoy. Necesita acoger las voces de aquellos que desean ser involucrados en ministerios laicales o en organismos participativos de discernimiento y de decisión. La Iglesia necesita particularmente, para progresar en el discernimiento sinodal, recoger todavía más las palabras y la experiencia de los ministros ordenados: los sacerdotes, primeros colaboradores de los obispos, cuyo ministerio sacramental es indispensable en la vida de todo el cuerpo; los diáconos, que a través de su ministerio representan la preocupación de toda la Iglesia por el servicio a los más vulnerables. Debe también dejarse interpelar por la voz profética de la vida consagrada, centinela vigilante de las llamadas del Espíritu. Y debe también estar atenta a aquellos que no comparten su fe, pero que buscan la verdad, y en los que está presente y activo el Espíritu, Él que ofrece “a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual” (Gaudium et spes 22). “El mundo en el que vivimos, y que estamos llamados a amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el fortalecimiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión. Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (Papa Francisco, 17 de octubre de 2015). No debemos tener miedo de responder a esta llamada. La Virgen María, primera en el camino, nos acompaña en nuestro peregrinaje. En las alegrías y en los dolores Ella nos muestra a su Hijo y nos invita a la confianza. ¡Es Él, Jesús, nuestra única esperanza! Ciudad del Vaticano, 25 de octubre de 2023 Nos pasamos buena parte de nuestra vida aprendiendo cosas nuevas, recreando nuestra identidad, sonriendo con los regalos de la vida y llorando sus desgarros. A medida que crecemos nos vamos haciéndonos preguntas más profundas, aunque no siempre acertemos a encontrar una respuesta que nos encaje en nuestro día a día.
Una de nuestras compañeras de camino en la vida es la soledad. Podríamos decir que en general no es fuente de alegría, ni es una compañera que solemos elegir, sino que nos visita, y muchas veces no sabemos cómo gestionar. A las personas que dejan su tierra por distintas circunstancias, que viven el desarraigo y la separación con la familia y los suyos, la soledad los visita de una manera especial. Es curioso, pero una persona podría pensar que este mundo nuestro hiperconectado, sería más fácil lidiar con la soledad, pero lo cierto es que no encontramos muchas respuestas sobre cómo convivir con ella. Dicho esto, en nuestra tradición cristiana y en muchas otras, se nos invita a ir al desierto para encontrarnos con Dios y para vivir con mayor hondura en la relación con los demás. ¿Será que los monjes que viven en silencio y en soledad pueden ser felices? En este retiro dialogaremos con las distintas maneras con las que nos acercamos a la soledad, reconociéndola como un elemento propio de nuestra vida, adentrándonos en algunas claves que nos ayuden a descubrirla como “buena” compañera de camino, y una oportunidad de encuentro con Dios. FECHA: Sábado, 21 de Octubre de 2023 HORARIO: De 10:00 a las 16:30 h. LUGAR: Cercle paroissial Sainte Gertrude Rue Doyen Boone 6, 1040 Bruxelles COMIDA: Cada persona lleva su almuerzo. COSTE: El retiro es gratuito, pues se apoya desde la parroquia de S. Antonio de Padua. INSCRIPCIONES: https://forms.gle/ZruBKJZeQDq1FP4dA Invitación a los jóvenes
Estan todos invitados a partir de 16 años a la 1a. excursion de jovenes el sabado 25 de marzo 2023 Para mayor información, comunicarse con: Iñigo al +34690150712 Los esperamos! *Domingo de Ramos, 02 de abril de 2023* , Misa a las 12h30
TRIDUO PASCUAL *Jueves Santo, 06 de abril:* Cena del Señor a las 18h30 Celebración bilingüe Fr/ES Lugar: Iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Rue de Tervaete 24. Etterbeek. Cerca del Metro Thieffry. Bus 36 *Viernes Santo: 07 de abril:* Viacrucis 15h. Celebración bilingüe Fr/ES En San Antonio Celebración de la pasión a las 18h30. Celebración bilingüe Fr/ES, en San Antonio. *Sábado Santo 08 de abril* : Misa a las 18H30 Celebración bilingüe Fr/ES En San Antonio *DOMINGO DE RESURRECCIÓN:* 09 de abril Misa en ES a las 12h30, en San Antonio y Comida en comunidad despues de la misa. Registrarse aqui. *LUNES DE PASCUA* 10 de abril No hay misa en Español, sino en Unidad Pastoral a las 10h, parroquia Ste. Gertrude Ascesis cuaresmal, un camino sinodalQueridos hermanos y hermanas:
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas concuerdan al relatar el episodio de la Transfiguración de Jesús. En este acontecimiento vemos la respuesta que el Señor dio a sus discípulos cuando estos manifestaron incomprensión hacia Él. De hecho, poco tiempo antes se había producido un auténtico enfrentamiento entre el Maestro y Simón Pedro, quien, tras profesar su fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, rechazó su anuncio de la pasión y de la cruz. Jesús lo reprendió enérgicamente: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres» (Mt 16,23). Y «seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado» (Mt 17,1). El evangelio de la Transfiguración se proclama cada año en el segundo domingo de Cuaresma. En efecto, en este tiempo litúrgico el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado. Aun cuando nuestros compromisos diarios nos obliguen a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una cotidianidad a menudo repetitiva y a veces aburrida, en Cuaresma se nos invita a “subir a un monte elevado” junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis. La ascesis cuaresmal es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz. Era precisamente lo que necesitaban Pedro y los demás discípulos. Para profundizar nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente el misterio de la salvación divina, realizada en el don total de sí por amor, debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades. Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña. Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar. Nos hará bien reflexionar sobre esta relación que existe entre la ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal. En el “retiro” en el monte Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de un acontecimiento único. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino compartida, como lo es, al fin y al cabo, toda nuestra vida de fe. A Jesús hemos de seguirlo juntos. Y juntos, como Iglesia peregrina en el tiempo, vivimos el año litúrgico y, en él, la Cuaresma, caminando con los que el Señor ha puesto a nuestro lado como compañeros de viaje. Análogamente al ascenso de Jesús y sus discípulos al monte Tabor, podemos afirmar que nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro. Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia no hace sino entrar cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador. Y llegamos al momento culminante. Dice el Evangelio que Jesús «se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz» (Mt 17,2). Aquí está la “cumbre”, la meta del camino. Al final de la subida, mientras estaban en lo alto del monte con Jesús, a los tres discípulos se les concedió la gracia de verle en su gloria, resplandeciente de luz sobrenatural. Una luz que no procedía del exterior, sino que se irradiaba de Él mismo. La belleza divina de esta visión fue incomparablemente mayor que cualquier esfuerzo que los discípulos hubieran podido hacer para subir al Tabor. Como en cualquier excursión exigente de montaña, a medida que se asciende es necesario mantener la mirada fija en el sendero; pero el maravilloso panorama que se revela al final, sorprende y hace que valga la pena. También el proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar. Pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino. La experiencia de los discípulos en el monte Tabor se enriqueció aún más cuando, junto a Jesús transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican respectivamente la Ley y los Profetas (cf. Mt 17,3). La novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo. De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada. El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros este año, quisiera proponer dos “caminos” a seguir para ascender junto a 2 Jesús y llegar con Él a la meta. El primero se refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo» (Mt 17,5). Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal. Al escuchar la voz del Padre, «los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo» (Mt 17,6-8). He aquí la segunda indicación para esta Cuaresma: no refugiarse en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones. La luz que Jesús muestra a los discípulos es un adelanto de la gloria pascual y hacia ella debemos ir, siguiéndolo “a Él solo”. La Cuaresma está orientada a la Pascua. El “retiro” no es un fin en sí mismo, sino que nos prepara para vivir la pasión y la cruz con fe, esperanza y amor, para llegar a la resurrección. De igual modo, el camino sinodal no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado cuando Dios nos concede la gracia de algunas experiencias fuertes de comunión. También allí el Señor nos repite: «Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades. Queridos hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones. Roma, San Juan de Letrán, 25 de enero de 2023, Fiesta de la Conversión de san Pablo Francisco. Dicen que nuestra vida es un viaje que transcurre entre dos abrazos, uno al nacer y otro al morir. Crecemos alimentados de abrazos. En la Biblia el abrazo tiene un lugar privilegiado. ¿Quién no recuerda el poder transformador del abrazo al Hijo Pródigo? En este retiro tendremos tiempo para orar, compartir juntos y nos adentraremos en esos abrazos que generan esperanza y nos devuelven al camino.
NSCRIPCIONES e información a través de este enlace: https://forms.gle/aH3apMKCwE4cj7mE9 FECHA: Sábado, 11 de Marzo de 2023 HORARIO: De 10:00 a las 16:30 h. LUGAR: Cercle paroissial Sainte Gertrude Rue Doyen Boone 6, 1040 Bruxelles COMIDA: Cada persona lleva su almuerzo. COSTE: El retiro es gratuito, pues se apoya desde la Parroquia San Antonio de Padua. FORMACIÓN | HOSPITALIDAD: Cuando tienes más de lo que necesitas, construye una mesa mas larga, no un muro mas alto.
FECHA: JUEVES, 23 de Febrero 2023 HORARIO: 18h LUGAR: Parroquia San Antonio de Padua Place Saint Antoine 60, 1040 Etterbeek https://www.misaenespanolbruselas.com/Haz clic aquí para editar. Participa en la formacion: Como ser profeta en tiempos complejos con el padre Alberto Ares, SJ
El jueves 24 de noviembre 2022 a las 18h00 en la parroquia St. Antonio de Padua, Place Saint Antoine, 1040 Etterbeek Los esperamos! Colecta de víveres para el banco de alimentos de Etterbeek 2022. El día 4 de diciembre en la parroquia San Antonio habrá una camioneta esperando:
-Alimentos no perecederos, incluidos dulces navideños. -Productos de aseo personal -Efectivo a la cuenta de la parroquia BE95 2990 5508 9558 titular Parroquia S. Antonio de Padua - “campaña Navidad 2022” Gracias por su generosidad! Persona de contacto: Ana El Papa: "Necesitamos a jóvenes que no sean esclavos de un móvil, sino que cambien el mundo"
El Papa ha reclamado jóvenes "que no sean esclavos de un móvil, sino que cambien el mundo" en el rezo del Ángelus, que ha presidido al final de la misa que ha celebrado en la Catedral de Asti, la provincia del norte de Italia hasta dónde ha viajado este fin de semana para celebrar junto a su familia lejana el 90 cumpleaños de su prima segunda. Continuar El Papa critica a los cristianos que no se interesan por la paz en la misa en su viaje familiar a Asti El Papa ha arremetido contra la "espiritualidad de maquillaje" y ha criticado a los cristianos "que dicen creer en Dios", pero luego "no se preocupan por el prójimo" ni se "interesan por la paz", en la misa que ha celebrado en la catedral gótica de Asti, la provincia del norte de Italia adónde viajó este sábado para festejar junto a su familia el 90 cumpleaños de su prima segunda. Continuar Primera edición de mercado de navidad en la unidad pastoral, no faltes! Habrá animacion y musica, etc.
Dia Sábado 10 de diciembre 2022 de 11 a 18h30 Rue Nothomb 50 ( al lado del delhaize, atrás de la iglesia San Antonio) |
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Novembre 2023
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